1. Una cesta de mimbre.
2. Un cuchillo o navaja, que además de cortar las setas conocidas, nos ayude a desenterrar aquellas en las que tengamos dudas y para ver sus características macroscópicas.
3. Calzado cómodo para andar por el campo.
4. Palo o bastón que además de servir para apoyarnos, nos permita apartar vegetación para localizar algunas especies y ahuyentar a pequeños animales.
1. Coger sólo las especies que se conocen y la cantidad que se vaya a consumir.
2. No utilizar bolsas de plástico ya que apenas transpiran, provocando una rápida fermentación.
3. Utilizar cestas de mimbre para hacer la labor de sembrador al permitir que las esporas vayan cayendo al suelo mientras caminamos.
4. no utilizar rastrillos ni otros utensilios que arañen la superficie de la tierra, ya que separan el humus que protege al micelio, provocando su rotura y eliminando los hongos que se encuentran iniciando su crecimiento.
5. No recolectar setas que se encuentren próximas a cunetas o cascos urbanos, pueden contener monóxido de carbono, partículas de plomo, nocivas para la salud.
6. No consumir todas las setas recogidas, conservar algún ejemplar entero, ya que en caso de intoxicación permitirá a un experto la rápida identificación de la especie y así dar un tratamiento médico adecuado.
7. Coger siempre ejemplares jóvenes pero maduros, los viejos suelen estar parasitados.
